Anotación para mi "Diario Inquieto" correspondiente al tercer día de septiembre:
Ayer
volvió a ser un día "normal" en lo que al SPI se refiere, osea,
conseguí dormir poco más de 4 horas, ... los síntomas se aplacaron al poco de
tomar la medicación (misma dosis, misma hora, mismo todo, ... todo rutina), ...
no me pude ir a la cama hasta que noté que la medicina ya había actuado de
pleno, ... volví a parar el despertador antes de su hora programada, ... y
vuelta a escuchar a mis compañeros de trabajo quejándose de que están cansados
de dormir tan poco, ... sólo 8/9 horas (cuando están acostumbrados a dormir
mucho más en vacaciones). Ya pasó la época en que intentaba explicar a todos en
qué consistía esta enfermedad, ... he tirado la toalla, ... he aprendido que
nadie comprende a los que padecemos SPI (aparte de otr@s que lo padezcan), ... y
quienes dicen comprenderte, ... realmente lo hacen para que no les vuelvas a
soltar el rollo de los síntomas otra vez.
A
raíz de este comentario, ... he recordado uno de los primeros libros que leí
sobre el SPI, y había ciertos párrafos interesantes, en concreto, me gustaría
citar uno de otro "pierninquieto":
"“El SPI es una enfermedad desconocida e incomprendida. La gente no te
toma en serio; no te entiende, ya que la explicación de lo que te pasa es
difícil de concretar y, para colmo, el nombre que se le ha puesto a nuestra
enfermedad -Síndrome de las Piernas Inquietas-, a la gente le resulta jocoso.
Hasta hace relativamente poco, la mayor parte de los médicos desconocía su
existencia. Incluso hubo un médico -un buen amigo mío-, que cuando me preguntó
qué tenía y le dije que el SPI, se empezó a reír, preguntando “¿qué es eso, el
baile del Sambito?”.
Por
que cuando por vez primera es mencionado el nombre de Síndrome de Piernas
Inquietas, la primera reacción, sin duda, es como mínimo una sonrisa, ... pero ya
está bien por hoy, ... este puede ser tema para otro día, ... ¡quizá mañana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario